A todo jazz con Gabriel Alegría
Artículo originalmente publicado en el año 2002 en el magazine digital Decajon.com
Por Antonio Capurro
Ritmo, cadencia, son. Jazz. Deleite musical para vibrar con él y dejarse atrapar por sus intensos acordes. Saxofones, trompetas, trombones, piano, contrabajo, batería y percusión. Instrumentos ejecutados con gran fuerza, energía, talento y derroche por los jóvenes integrantes de la Orquesta Juvenil de Música Nueva (OJMN), la cual desde hace cuatro años anima la escena nocturna limeña en cada una de sus presentaciones.
Ritmo, cadencia, son. Jazz. Deleite musical para vibrar con él y dejarse atrapar por sus intensos acordes. Saxofones, trompetas, trombones, piano, contrabajo, batería y percusión. Instrumentos ejecutados con gran fuerza, energía, talento y derroche por los jóvenes integrantes de la Orquesta Juvenil de Música Nueva (OJMN), la cual desde hace cuatro años anima la escena nocturna limeña en cada una de sus presentaciones.
En lo que resta de su temporada
2002, todos los miércoles hasta fin de año, la OJMN podrá ser escuchada en las
sesiones de jam session en el Jazz Zone. Música contemporánea
para el deleite de los oídos, tanto con la interpretación de los clásicos como
cuando incluyen composiciones propias. Pero eso no es todo el 5 de noviembre
brindarán un concierto denominado ‘Uniendo América: Lo mejor del jazz latino’
en el ICPNA de Miraflores.
Y el próximo año esperan hacer lo
propio cuando se efectúe el Festival Internacional Jazz en Lima, del 14
al 18 de abril. Evento en el que participará el Jazz Ensamble de la
Universidad Northern Illinions, además de Ronald Carter, Ingrid Jensen y
Richard Magriss con el Urban Jazz Funk.
Gracias al empeño, dedicación y fe
de Gabriel Alegría, director artístico de la Asociación Internacional
Jazz Perú (AIJP) -primera y única organización en nuestro país abocada
exclusivamente a la educación, promoción y difusión del jazz-, es que 1999
marca el nacimiento de la Asociación y de su Orquesta Juvenil de Música Nueva.
Proyecto ambicioso que se hizo realidad al conformarse la primera orquesta de
jazz integrada por chicos y chicas entre los 15 a 22 años de edad.
En la Sala Alcedo da gusto ver como
cada uno de ellos le pone alma, corazón y gran parte de su tiempo a los
ensayos. Porque la meta es dar lo mejor de sí mismos, exigirse al máximo con
tal de arrancarle al instrumento las notas dibujadas en sus partituras. Tanta
perseverancia y búsqueda de la perfección logró sus resultados. Con mucho
orgullo pues, ya que en enero del 2001 hicieron historia al presentarse en el
festival internacional de jazz más importante del mundo, la Conferencia
Anual de la International Association for Jazz Education (IAJE) en Nueva
York.
Gabriel Alegría pronto dejará la
dirección de la AIJP para seguir con sus estudios de doctorado en Jazz
Studies en los EUA y convertirse en el primero en su especialidad en
América Latina. Él nos explica que lo que se desea lograr con la OJMN es
mantener altos estándares en todos sus ensambles respecto a lo que sucede
afuera. Motivo por el cual cada uno de sus integrantes requieren de un
entrenamiento riguroso y constante que les permita mantener el dominio en los
instrumentos. Siendo el objetivo de la AIPJ formar también a estudiantes
menores, sus directivos decidieron abrir la convocatoria para la conformación
de la Orquesta Interescolar Jazz en Lima, integrada por chicos
hasta los 14 años. La aspiración es 25 alumnos que obtengan un óptimo nivel
técnico.
En su corta pero nutrida carrera
musical, los muchachos de la Orquesta Juvenil de Música Nueva han
llegado a compartir escenarios nada menos que con las ligas mayores del jazz
contemporáneo como Arthur Lipner, Richar Oppenheim, Eric Byrd, José Luis
Madueño, Carlos Espinoza y Martín Joseph, entre otros. Además en el 2001
hicieron una gira internacional de 11 incansables conciertos que los condujo
por un itinerario de seis ciudades norteamericanas.
Hugo Alcázar, el nuevo director
artístico de la OJMN y Rubén Romero, el
director asistente, coinciden al manifestar que la orquesta no ha sido
concebida para ‘aficionados’ a la música; sino para jóvenes que buscan una vida
en ella y que, con el apoyo de sus padres, puedan entregarse por completo al
estudio de la misma al cien por ciento.
Los entusiastas chicos de la OJMN
están emocionados y felices por que tanto sacrificio está obteniendo sus frutos
en el ámbito internacional y local. Pese a lo difícil que es llegar a vivir por
completo de la música en el Perú ellos no se desaniman, muy por el contrario,
están dispuestos a dar lo mejor de sí.
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