Mi propio coach: Leer e ir a la práctica
Desde niño me inculcaron ese amor por la lectura, fue así que empecé a desarrollar mi talento como creador de historias y de ficciones, soñaba con la creación de personajes, de situaciones y tramas. Era mágico, y hasta el momento lo es, poder ser cómplice de esas historias y sentirte como los protagonistas viviendo lo que ellos viven. ¿No les ha pasado a ustedes? Me imagino que sí, con ellos y ellas amas, ríes, sufres, sueñas, te enamoras y vives.
Con el tiempo los gustos van cambiando y quizá ya no lees a Julio Verne o Alejandro Dumas, pero siempre es hermoso volver a los clásicos como yo lo he hecho cientos de veces con algunos títulos como "Mujercitas", "El amor en los tiempos del cólera", "El Principito" o "La casa de los espíritus" por solo mencionar algunos. Indudablemente hay títulos que dejan huella en tu memoria y alma, esos libros ejemplares que no pasan de moda.
Quise primero hablar de mi amor por la lectura para ir al punto que si algo te dejan siempre los libros es algún tipo de mensaje que puedes poner en práctica para bien. Porque últimamente existe todo un boom de los libros de autoayuda o autoestima o lo que ahora se conoce como coaching, los cuales abarrotan las librerías, pero a veces la gente olvida que una cosa es leer y otra actuar, lo digo porque en el caso de estos libros de autoayuda lo que uno debe hacer como cuando vas al sicólogo o a tu terapia es poner en práctica lo que dice allí porque no pienses que si estás depre cambiarás por arte de magia, lo que tiene que hacer luego de haber procesado las ideas o sugerencias es ponerlas en acción.
A veces hasta tomamos notas, las resaltamos con plumón, se las pasamos a amigos en cadenas o nos damos el tiempo de hacer forward, pero nada de nada con dar el primer paso. Acá no existe el hada madrina, estos libros de autoayuda solo te dan las pautas, te ponen el ejemplo, como cuando vas al gym y el instructor te dice la rutina, te la ejemplifica no la hace por ti. Solo con leerlo has dado el 50 por ciento, ahora falta el otro 50 por ciento: aplicarlo a tu vida. Ya sabes puedes leer los libros de autoayuda que desees pero será como el gym si no tienes disciplina no pasará nada.
Comentarios