Un niño o una niña no nace odiando, se les enseña.
De los archivos del diario Correo una entrevista del año 2014.
Lamenta que en Chimbote no existan iniciativas que promuevan la unión civil o igualitaria.
"Un niño o una niña no nace odiando, se les enseña"
Con estas palabras, Antonio Capurro, activista por la igualdad de derechos interpreta la discriminación hacia los gays.
Por Yoshi Vera Barreto
Es chimbotano, es profesional, es gay y tiene los mismo derechos que todos. Antonio Capurro Benites, activista por la igualdad de derechos, nos cuenta su labor desde Lima por conseguir la unión civil y también los beneficios que esto tendrá para las parejas del mismo sexo. Además nos explica la perspectiva que tiene de la sociedad ante tales propuestas y la posición de Chimbote.
En principio, cuéntenos cuál es su labor en Lima como activista para conseguir la igualdad de derechos y la unión civil entre parejas del mismo sexo.
Desde octubre del 2013 participamos con mucho entusiasmo en la campaña Unión Civil produciendo cerca de cien mensajes, entre vídeos y fotos, con destacados personajes del quehacer cultural y artístico del país como Victor Prada (actor), Mariana de Althaus (dramaturga), Christian Bendayán (pintor), Maite Vizcarra (gerenta de Innova IPAE, Paola Ugaz (periodista) u Oriana Cicconi (actriz); entre otros personajes conocidos, pero también con ciudadanos de a pie que se sumaron con mensajes de apoyo. Además nos hemos reunido con los demás colectivos y organizaciones colaborando en las diversidad actividades que se han desarrollado ya sea de forma presencial o en las redes sociales.
¿Por qué debería darse la unión civil?
Como organización apoyamos completamente el proyecto de ley unión civil que tal como fue presentado por el congresista Carlos Bruce otorgaría a las parejas del mismo sexo el reconocimiento de sus derechos ante la ley en temas como el patrimonio, herencia, salud; entre otros, sin embargo creemos que la verdadera igualdad se genera con el matrimonio igualitario que a diferencia de la unión civil si incluye el tema de la adopción o la maternidad subrogada porque las familias homoparentales existen y debe ser reconocidas. El matrimonio igualitario no es la concesión de ningún derecho, se está, muy por el contrario, retirando una discriminación, entender que las parejas del mismo sexo están siendo discriminadas por amar a quienes aman y que eso se ha extendido a otros campos de sus vidas como el laboral, el social, el familiar; etc.
¿Crees que la mayoría de la sociedad está preparada para afrontar la unión civil o el matrimonio igualitario?
Pienso que todavía hacen falta más campañas de sensibilización, marchas y más visibilidad, tenemos que perder el miedo a mostrar quienes somos y decir lo que pensamos. ¿Si no es ahora cuándo? Quizá en este momento las encuestas no nos muestren un apoyo mayoritario de la ciudadanía, pero debemos preguntarnos a qué se debe esto: al machismo, la homofobia de la iglesia católica y ciertas iglesias evangélicas, la falta de un verdadero estado laico y de una educación para la diversidad que se dé en los colegios. Esto no permite que se avance en un tema que como la unión civil implica generar una política inclusiva para todos y todas. Te cuento que fue muy hermoso desfilar en la Marcha por la igualdad en abril de esta año y ver parejas heterosexuales con hijos, a personas de la tercera edad, por supuesto a jóvenes, más de 5000 personas, ciudadanos y ciudadanas, de todos los niveles socioeconómicos, comprometidos con la idea de la igualdad de derechos. Y si continuamos trabajando, las cifras de aceptación sin lugar a dudad irán cambiando.
¿Sientes que existe bastante discriminación o es falta de tolerancia?
La discriminación existe, vivimos en un país, donde existen obviamente rezagos culturales y harto machismo. Y te hablo también de cuestiones raciales. Si bien es cierto que debemos practicar la tolerancia que es el respeto hacia la otra persona cuando no piensa como nosotros, como parte de una sana convivencia. Yo voy lejos y siento que tolerar es un paso previo la aceptación nos coloca en un plano mayor de empatía y de sentir como el otro. Como dice el destacado sociólogo francés Frederic Martel, a quien conocí hace poco en Lima: "El corazón de la homofobia no son los estados, sino la familia". ¿Qué le están enseñando los padres a sus hijos cuando ven a alguien que es diferente? Yo siempre he dicho que un niño o niña no nace odiado, se les enseña a hacerlo. ¿De dónde nace la homofobia y el machismo?
¿Sientes que el Estado hace un gobierno pensando también en los gays?
Obviamente que no, porque hasta el momento la figura principal del gobierno, es decir el presidente Ollanta Humala no ha dicho nada frente al tema. ¿Dónde quedó la gran transformación? Quizá fue solo fue para ganar votos y bueno las elecciones. Aunque no lo dice para medios nacionales pero en el canal Deustche Welle se mostró a favor de que debata y revise el proyecto de la Unión Civil entre personas del mismo sexo. ¿Acaso es un gobierno de dos caras? En su momento y en plena campaña de la Unión Civil hubo un par de ministros que se mostraron a favor, ¿el resto? Nada de nada.
¿Piensas que Chimbote está preparado para proyectos que busquen la igualdad entre todos los ciudadanos?
Es una pena que en Chimbote no existan iniciativas de este tipo desde la sociedad civil, el gobierno regional o municipal, la academia, el empresariado. Quizá es un reflejo que lo que se ha estado viviendo recientemente en el tema de la política local y los hechos que todos conocemos. Presiento que es un miedo a ser visible a agruparse a decir lo que pensamos realmente a decir basta ya, porque la igualdad de derechos no es un asunto que nos compete a las personas de la diversidad sexual, es decir a nosotros gays, lesbianas, bisexuales, transexuales o transgénero sino a las personas heterosexuales que pueden tener un hijo, hija, un amigo, un familiar que sí lo es. Es una cuestión que va más allá del género o la identidad, es una cuestión que nos toca a todos y todas por igual. Por eso animo a quienes deseen conocer del tema a ser colaboradores o voluntarios lo hagan, a hacer charlas, conversatorios, eventos. Como dice nuestra campaña #DejaElMiedoEnElCloset.
Por último, ¿qué reflexión dejarías a la sociedad?
Ya lo había mencionado antes en otra entrevista y lo vuelvo a repetir: "Ser gay o ser lesbiana, bisexual o transexual es tan natural como ser heterosexual". Me gustaría pensar que desde nuestra labor de activismo estamos inspirando a otros y otras en todo el mundo a dejar el miedo en el closet y hacer algo aquí y ahora.
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