FRANCISCO Y LEÓN, DOS PAPAS ¿UNA MISMA CARA?
Del Papa Francisco debo confesar que me parecía un cura bonachón y simpático que dejó evidencia de su apertura mediática en relación al tema de la diversidad sexual, pero también contradictoria o ambigua, así que es válido preguntarse que tan efectivo en los hechos fue su legado hacia la población LGBTQ+ cuando por un lado dices que deben ser tratados con respeto: “Si alguien es gay y busca al Señor con buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?” y por el otro sentencias que familia soy hay una, la conformada por un hombre y una mujer, no se diga más. Era la máxima figura de la Iglesia Católica así que definitivamente y como era lógico tenía que mostrar un buen corazón hacia los marginados o más vulnerables, a las minorías. Veo que muchos LGBTQ+ creyentes ponen sus expectativas muy altas con ellos. ¿Acaso no estamos esperando demasiado de una iglesia o de unos pastores o un clero que sigue manteniendo en el papel y en las acciones una línea fija ante lo que consideran fuera de la norma?
El mismo discurso ha tenido el ciudadano peruano Rober Prevost recientemente elegido el soberano del Estado del Vaticano y líder de la Iglesia Católica al afirmar según Newsweek que en un discurso ante los obispos en el año 2012 2012, criticó a los medios de comunicación occidentales por cultivar una “simpatía” que contradice el evangelio como algunas prácticas no son aceptadas como “el estilo de vida homosexual” y la existencia de “familias alternativas formadas por parejas del mismo sexo y sus hijos adoptivos”. Pero eso no es todo porque su posición acerca de la diversidad de género fue muy formar durante los años de su labor episcopal en Perú porque de acuerdo a The New York Times, el nuevo pastor se opuso totalmente de propuestas educativas que promovían la inclusión de contenidos sobre identidad de género en las escuelas ya que "la promoción de la ideología de género es confusa, porque busca crear géneros que no existen". Además en su más reciente alocución como Papa enfatizó la importancia de la familia como "la unión estable entre un hombre y una mujer. ¿No está todo muy claro?
Desde primer año de primaria cuando ingresé al colegio Antonio Raimondi supe que la iglesia católica era una institución fuerte y dominante cuyo legado y tradición prevalecía por encima de otras confesiones religiosas dentro del Perú. Pasé once años dentro de una institución educativa donde lo religioso estaba por todos lados, difícil no seguir las reglas para un estudiante; aunque no creyeras en todo lo que te decían. Yo hacía uso de mi libre albedrío, por ejemplo nunca pensé ni de lejos que masturbarme (2352 Por masturbación se ha de entender la excitación voluntaria de los órganos genitales a fin de obtener un placer venéreo) fuera un pecado y nadie iba a impedir que lo hiciera. Por un tiempo y cuando lo fui me consideré un católico a mi manera, no uno dogmático sino relajado, uno que actuaba de acuerdo a su voluntad. También sabía en ese momento que no podía así de fácil decir que me gustaban los hombres. Además conocía lo que sentenciaba el Catecismo de la Iglesia Católica al respecto "2359 Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana".
Oficialmente la Iglesia Católica como institución maneja un discurso oficial, su catecismo no miente. Todo está escrito, oleado y sacramentado. Por supuesto que también existen disidencias dentro de sus paredes, los hay más progresistas o más conservadores como también padres homosexuales que deben mantenerse dentro del closet, algunos permanecen otros dejan la sotana. Con todo esto ¿todavía se puede seguir creyendo que el cambio se dará en algún momento?
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