Memorias de un calzoncillo


Hasta los cuarenta y siete años nunca había usado en mi vida una prenda de lencería pero tenía algún conocimiento de lo que era.
Suele pensarse desde los prejuicios y estereotipos cuando se habla acerca de lencería para hombres o lencería masculina. Entre los hombres heterosexuales machistas y conservadores el viejo discurso es que solo las mujeres usan ese tipo de prendas e incluso entre algunos hombres gays el argumento es "se ve muy femenino ¿no?" o "no soy pasivo". 

El gran mito que debemos destruir es aquel que señala que solamente los hombres gays usan lencería, totalmente falso, porque existe un segmento conformado por hombres heterosexuales de mente abierta que desean experimentar con sus parejas porque ellas desean verlos con algo diferente, créanme que lo sé.

En el año 2018 me encontraba en búsqueda de un trabajo dependiente, pensé que sería fácil pero no lo fue. Con el tiempo caes en la cuenta de que existen factores que no ayudan como la edad, y no es que sea un adulto mayor, todavía me falta eh, sino que se valora más la juventud. Entonces empiezas a escuchar opiniones, ideas o sugerencias de amigos o de la familia de por qué no haces esto o lo otro, algo se te ocurrirá ¿no? A lo mejor emprender un negocio. ¿Un negocio? Aquí les debo recomendar que lo primero es reconocer cuáles son tus habilidades y destrezas, es decir, qué sabes hacer, cuáles son tus talentos o para qué eres bueno, si no lo sabes todavía es hora de que empieces a hacer tu tarea. Para algo tienes que ser bueno. 

Estrés y ansiedad hubo por kilos. El tema de la ropa interior de alguna forma siempre me había dado curiosidad no solamente para usarla en mi cuerpo sino verla puesta en otro hombre, aunque nunca jamás había imaginado facturar con ello hasta el momento en que me llegó un mensaje por Instagram del gerente de una marca colombiana de que si yo era influencer. ¿Yo influencer? pero sino lleno ni a mil followers.

Ese fue el punto de quiebre. Aquí había una oportunidad. Porque era ahora o nunca. 

Ahí fue que empezó todo. De pronto le propuse a John Mario hacer una mención de sus productos, pero tendría que enviarme un par de prendas para saber cómo era lo que vendía y escribir ese publirreportaje que nunca vio la luz. Escogí un jockstrap y un brief, los que hasta ahora tengo y me encantaron. Ese mismo día que llegó el delivery con el sobre de prendas ya lo había decidido, me dedicaría a ese negocio en el Perú.

Mi abuelo y mi bisabuelo habían sido comerciantes y le pusieron ganas, ¿por qué yo no podría hacer lo mismo, empezar desde cero, aprendiendo?

Como dice el viejo dicho o refrán si la vida te da limones haz limonada... la cuestión era saber adaptarse al cambio. Yo estaba dispuesto a hacerlo y convertirme en un emprendedor con un modelo de negocio en donde tendría que comunicarme directamente con todos esos hombres que buscan recomendaciones, consejos, asesoría y todo lo referente al sexy, audaz y provocador mundo de la lencería masculina.

De lo primero que me di cuenta fue de la poca literatura al respecto y menos todavía textos de marketing de lencería para hombres. Un mundo todavía para explotar. 

Este fue mi segundo negocio y aprendí muchísimo, desde administración hasta contabilidad, a saber cuánto era lo que necesitaba invertir, a llevar los números de los egresos e ingresos, a conocer más del rubro, a formular estrategias de ventas, el trato con los clientes y mucho más. 

En el año 2019 decidí abrir una tienda física y duró lamentablemente hasta marzo del 2020 cuando la pandemia nos hizo cerrarla, estuvimos en paro por seis meses y luego funcionó tan solo en modo de tienda virtual con ventas por delivery más un showroom adonde llegaban los hombres para realizar su comprar pero además para conversar y comunicarse conmigo como experto asesor de la materia.

Con todo este bagaje ya estoy preparando Memorias de un calzoncillo un libro de no ficción precisamente con todas el conocimiento adquirido y las anécdotas vividas en medio de los bóxer, brief, tanguitas, hilos, transparencias, suspensores, blondas, aros, ligueros, aberturas delanteras y traseras, hilos y otros diseños que me tocó mostrar a todos esos hombres ansiosos por colocarse una prenda sexy de lencería masculina.


Comentarios

Entradas populares